jueves, 2 de octubre de 2008

Packaging y su Entorno

Es el comprador, no el consumidor, el que debe interesarnos en primer lugar. El comprador es la figura contrapuesta al del vendedor, mientras que el consumidor se opone al productor. Según un estudio, el tiempo que los estadounidenses invierten en cocinar en casa ha disminuido de tres horas y media por día a finales de los años 70 a 20 minutos a finales de los 90. El supermercado, templo de la comodidad, parece que nos aliente a comer para vivir. Esto no es de sorprender, ya que el verdadero propósito del supermercado no es inspirarnos para cocinar, sino inspirarnos a gastar.


El autoservicio es una de las nociones centrales de la compra en un supermercado. Sin dependientes para sacar, pesar o empaquetar, el consumidor se encuentra con el producto frente a él. Los supermercados son almacenes llenos de envases súper diseñados, cada uno de esos compitiendo por la atención. El estante del supermercado se han dicho que es la propiedad real más valiosa del mundo: cualquier cosa que no llegue a ganarse su puesto se elimina del listado para abrir paso a otra que lo consiga.


El carro de la compra en esencia ya es un tipo de envase. El primer carrito hizo su aparición en 1937, diseñado y manufacturado por la empresa americana Unarco. Hizo falta una cierta dosis de persuasión para alentar a la gente a abandonar sus cestos de mimbre o alambre en favor del nuevo carro móvil; se comentó que su semejanza con un cochecito de bebé desalentada en particular a que los hombres lo empujarán. El carro de compras de la posguerra tiene una capacidad de 40 litros; las deslomadoras versiones actuales la superan en cuatro veces y media. De forma espontánea, los supermercados pronto se dieron cuenta de que cuanto más grande era el carrito, más artículos vendían. Hoy en día los carros incorporan un elemento para llevar a los niños, con numerosas combinaciones de asientos, integrados en el diseño. Uno nuevo, el carrito Easisteer de Jhohn Grantham, un antiguo piloto de helicóptero, soluciona el engorroso problema del carro de la compra con la iniciativa propia. Su diseño incorpora un mecanismo de unión que mantiene ambas ruedas delanteras en la misma dirección de avance. Otro mas reciente es Springboard Networks para prevenir la obesidad y favorecer una alimentación sana. El carrito va leyendo los códigos de barras de los productos y nos irá diciendo si son demasiado abundantes en grasas, azúcares o sal


El carrito de las compra no es la única representación del movimiento creativo dentro de las superficies comerciales. El diseño y distribución de un supermercado está concebido para proporcionar un flujo tranquilo desde la entrada hasta llegar a las cejas registradoras.
La psicología de la distribución de un supermercado dictamina que el lugar estrella o de más venta para un producto se encuentra en el lado izquierdo del pasillo, a nivel entre la cintura y los ojos. Al contrario de la creencia popular, a los supermercados en realidad no le gusta mudar los artículos de un lado otro; el objetivo es conseguir que toda persona se mueva dentro del almacén a partir de un recorrido previsible, haciendo el mayor número de compra posible en el menor espacio de tiempo.
Los supermercados usan sus “tarjetas de clientes” para crear amplias bases de datos sobre los hábitos de consumo de los clientes; con tales informaciones a su disposición, nuestras dietas puede llegar a ser incluso más previsible y estandarizables por grupos de edad, perfiles de familia y categoría salarial. Como consecuencia, la vida-y en especial nuestra dieta-se volvería mucho más insípida.


Los productos de marca propia se vende mejor si están situados inmediatamente a la izquierda de la marca líder; la posición óptima en las estanterías es 15 grados por debajo de los ojos; bajando la música de fondo de 108 pulsaciones por minuto a 60, las ventas aumentan en un 38,2% (y la frecuencia de parpadeo del cliente disminuye de 32 a sólo 14 parpadeo por minuto); si la distribución le alienta a girar el carro de la compra en una dirección, su ojo mira en la otra, lo que se llama el "lado dominante". Nada es accidental..!

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Que es el Packaging???

Se puede definir al packaging como un sistema coordinado de preparación de bienes para el transporte, distribución, almacenado, venta y posterior uso de un producto. Es también una función de negocio, en el sentido de que el packaging no puede existir por si mismo, si no que necesita de un producto. ....If there is no product, there is no need for a pack.... Podemos entonces ver al diseño industrial, más precisamente el diseño industrial de packaging, como una herramienta para generar oportunidades de negocios.

El packaging no es un fenómeno reciente; es una actividad fuertemente asociada con la evolución de la sociedad, y como ella, puede ser rastreada hasta los comienzos de la humanidad. La naturaleza, grado, y tipo de packaging en cada estado del crecimiento de una sociedad, refleja las necesidades, patrones culturales, disponibilidad de materiales y tecnologías de esa sociedad.

Desde una perspectiva más individual, podemos decir que las sociedades de consumo se encuentran en constante cambio, buscando nuevos desafíos, integrando nuevos conocimientos, acomodándose a nuevas necesidades. Estos cambios se reflejan inevitablemente en la forma en que embalamos, entregamos y consumimos bienes.

Entonces como el packaging está fuertemente conectado a todo lo que hacemos como sociedad, no es sorpresa que la industria del packaging esté en un constante proceso de cambio.

En la segunda mitad del siglo XX, la proliferación de bienes de consumo fue tan alta que forzó al packaging a tomar un nuevo rol, el de proveer una mayor motivación de compra que el producto en si mismo. De un estante en el que compiten 10 productos de similares características y calidad, el único método de diferenciación comenzó a ser el envase. El marketing generó estilos de vida, valores emocionales, imágenes subliminales, presentaciones y ventajas mas allá de las que proporciona el producto en si mismo, pero que inevitablemente deben ser reflejados en el empaque.

Es por esta razón, que el rol del diseño industrial es mas importante cada día, y es uno de los pilares fundamentales en los que se sustenta la industria del consumo masivo en las sociedades. No solo aportando el perfecto emvase desde las perspectivas productivas o de ventas, sinó también captando la necesidad del consumidor y proponiendo innovación en el desarrollo de los productos.

Historia y Evolución del packaging

Comienzos

A fines del siglo XVII, apareció en Londres, Inglaterra, el primer packaging, entendiéndose como tal un contenedor que envasa un producto con una denominación en su etiqueta. Estos envases contenían medicinas, cuya tecnología era primitiva frente a los estándares contemporáneos. Las botellas eran sopladas a mano, sin siquiera el uso de moldes, envueltas en etiquetas impresas en una prensa manual. La tapa corona y el cierre a rosca estaban aun a siglos de distancia. La aparición del horno alimentado a carbón para la fabricación de vidrio permitió incrementar el volumen de fabricación, mejorar la resistencia y bajar los costos. Simultáneamente, las técnicas de impresión se hicieron más eficientes, la alfabetización aumentaba, lo cual permitía que un mayor numero de usuarios potenciales pudiera leer el discurso pseudocientifico contenido en las etiquetas. Uno de los puntos que los productores de medicina entendieron tempranamente es que era útil para el producto tener una historia, la cual era contada en el packaging. Mucho del fenómeno del final del siglo XIX, llamado “La revolución del packaging”, se debió a la unión de un gran numero de innovaciones tecnológicas y del surgimiento de ideas de cómo vender productos. A pesar de estos poco confiables pioneros, la idea de desarrollar un packaging con una identidad definida a fin de atrapar consumidores no podía haber sido posible de no haberse dado simultáneamente otras innovaciones.

Las vías férreas posibilitaron el traslado de grandes cargas en forma rápida y económica. La creación de sistemas de distribución que permitía transportar productos a larga distancia a precios competitivos frente a los productos locales fue clave en el desarrollo de la industria del packaging.

La urbanización rompió los lazos con la familia y la comunidad, haciendo necesario que la gente confíe en extraños. El cambio del esquema social que produjo la obtención de trabajo fuera del ámbito hogareño quito tiempo para hacer la cosas por si mismo y transformo las necesidades en objetos consumibles.



Era Industrial

La industrialización produjo simultáneamente una expansión masiva del numero de objetos a poseer y la paliación del segmento de la sociedad que podía poseerlo. El hogar dejo de ser un centro de producción y se redefinió como centro de consumo. Los productores empezaron a enfocar sus acciones en los deseos y los sueños de los consumidores.


El primer producto envasado y comercializado de una manera moderna fue la avena. La habilidad de distribuir el producto y adherirle información y personalidad fueron esenciales en el éxito del Quaker. Cuando packaging, marca y publicidad comenzaron a ser utilizados en conjunto, el impacto fue mayor que la suma de sus partes.La publicidad permite a la gente conocer la promesa del producto y la familiarización con el packaging. En esta etapa se comenzaron a utilizar personajes humanos en la grafica, buscando establecer una relación con el consumidor, relación que remplazara o complementara cualquier nexo que el comprador pudiera haber tenido con el dueño de la tienda. Durante las primeras tres décadas del siglo XX la unión entre el packaging y la publicidad empezó a ser convergente. Simultáneamente se estaba desarrollando el concepto de investigación de mercado. Los factores psicológicos comenzaron a recibir atención desde una base científico-metodologica.
Alrededor de 1930, se popularizo en Estados Unidos una nueva profesión, la del diseñador industrial, buscando conferirle emoción a los objetos de vida diaria tratado de fomentar el consumo para salir de la “Depresión”. Los consumidores confiaban mas en fabricantes distantes y desconocidos que en sus vecinos que fraccionaban el producto.

El supermercado nació como resultado de la confluencia de muchos factores que evolucionaron simultáneamente. El refrigerador libero a los consumidores de la reposición diaria de comida y el automóvil le permitió la compra en lugares lejanos a su vivienda en búsqueda de diferentes productos y mejores precios.

Ambas tecnologías posibilitaron a las personas alejarse de su entorno inmediato y reemplazar las relaciones humanas directas por el contacto impersonal con el producto envasado. Este nuevo sistema propuesto por el supermercado dio como resultado la aparición de un nuevos fenómeno: la compra impulsiva. El autoservicio, lógica consecuencia del packaging al eliminar al elemento humano de la venta, dio a los fabricantes un control sin precedentes sobre como sus productos eran vendidos. La segunda guerra mundial represento una línea divisoria entre la cultura del metal y la del plástico, pasaje que se dio como una reacción a la escasez de materia prima.



El periodo de posguerra otorgo a las empresas una nueva herramienta: La televisión. El packaging, por su dimensión visual, comenzó a ser el protagonista de la nueva forma de publicidad.

Era Digital

Es tentador preguntarse que sucederá, a la luz de los impactantes y vertiginosos cambios que se han dado en los últimos años del siglo XX. En estos términos se puede reconocer que el hito transformador de la vida social es y será la globalización en el uso de las redes informáticas y la generalización de las compras a través de esta vía. El comercio electrónico se convertirá en la parte mas importe de la infraestructura de la economía global. Que pasara con el componente material del packaging, ultimo contacto del usuario con el producto?. ¿Se cambiara la valoración de lo tangible en el mundo real?¿surgirán nuevos códigos culturales, al ser el uso de la computadora algo no consiente? ¿se borrara la frontera entre el mundo real y el virtual? Se supone dos escenarios: el packaging se volverá inteligente transformándose en una interfase personal entre la marca y el consumidor, o podría ocurrir que surjan tendencias, en función de premisas ecológicas, que minimicen su parte material, relegando la totalidad de su dimensión comunicativa al mundo virtual. De lo que no hay duda que el packaging como fenómeno sociocultural acompañara los cambios que afecten al hombre adaptándose a distintas realidades que se presenten en el siglo XXI.